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El amor propio es una maravillosa herramienta para afrontar las vicisitudes, superar los obstáculos e ir a la conquista de la vida que todos merecemos y soñamos. Pero ¿sabemos cómo cultivar el amor propio desde la niñez?
Como todo aprendizaje no es fácil y necesita de disciplina y mucha actitud para contarlo entre nuestras potencialidades y también necesita de mucho amor, ya que es la familia y los padres son quienes tienen la tarea de enseñar a los niños a amarse incondicionalmente a sí mismos.
A tu hija o hijo nunca le regules su amor propio, calificándolo de egoísta o desconsiderado por poner sus deseos, necesidades y aspiraciones en primer plano.
Si existe alguna falta o error que tu hijo haya cometido, hacérselo saber desde el amor y el respeto evitando a como dé lugar la crítica y el desprecio.
Los niños merecen sentirse amados y esta es la clave para que el amor hacía sí mismos crezca y se fortalezca y además, es la forma más eficaz para que en el futuro sienten fronteras de respeto y cultiven relaciones sanas.
Quien quiera que sus hijos crezcan con una sana autoestima y un elevado amor propio debe comenzar por educarlos desde el amor. El regaño, la critica permanente, las comparaciones y el desamor son los peores venenos para el amor propio. Los padres son maestros y su trabajo comienza desde el vientre al manifestar sus emociones positivas al bebé por llegar y desear su nacimiento y luego, al brindarle protección, amor y tiempo de calidad.
Los padres además deben pregonar con el ejemplo. Ser ellos los primeros guardianes del amor por ellos mismos y por su familia. Un hogar donde reine el amor, padres con relaciones sanas y con vidas plenas enseñará a sus hijos que esa es la norma de vida: ser felices y plenos. Amarse.
Perder, tener fracasos no es el fin del mundo y no debe asumirse de esa forma. Siempre podemos empezar de nuevo. Enseña a tu hijo a superar los obstáculos e ir por lo que sueña sin demora, siempre considerando lo mejor para él y quienes le rodean. Triunfar sin dejar de lado lo que es ni pasar por encima a otros.
Enseña a tu hijo a apreciar su personalidad, a desarrollar su sello o marca personal y a cultivar su alma, su espíritu, su mente y desarrollar hábitos para cuidar su cuerpo y apariencia.
Su valor no deriva de lo que hace o tiene. Es un ser humano digno por su sola existencia. Enséñale a tu hijo que es valioso por simplemente estar y brindar alegría a quienes lo quieren y rodean. Falle o triunfe es grandioso y cuenta con tu apoyo. Así has de cultivar el amor propio desde la niñez.
Al momento de reprender a tus hijos o corregirlos evita la crítica. Enséñales a hacer lo correcto y a esforzarse, pero sin poner en tela de juicio su valor ni criticarles. El elogio es más efectivo si quieres sacar lo mejor de tu hijo. Así que practica incluso iniciar los regaños primero con un elogio o destacando una actitud positiva para reforzar ese comportamiento y luego, pasa a reprender por lo malo que acaba de hacer.
Es así. Tu hijo es único. Enséñale a reconocer y amar sus particularidades y a expresar su personalidad, sin censuras ni presiones. Tu hijo merece sentirse amado, único y especial.
Texto de: https://eresmama.com/cultivar-el-amor-propio-desde-la-ninez/