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Primero: evitar las compras de pánico. Apresurarse a comprar cantidades industriales de cubre bocas, botellas de agua, antibacteriales, desinfectantes, vitamínicos, antibióticos, papel de baño, etc., no solamente encarecerá el precio de los productos y creará desabasto (por al aumento de la demanda) sino que también nos hará incurrir en gastos excesivos no planeados que impactará el nivel de recursos económicos que debemos guardar para afrontar cualquier emergencia. También en este punto, se recomienda leer información autorizada y oficial ya que algunos de esos productos en realidad no sirven para el Coronavirus y su compra no tiene razón de ser.
Segundo: reducir gastos y generar un fondo de contingencia. Es importante en un entorno de incertidumbre como el que genera el Coronavirus, podamos contar con liquidez por lo cual, de momento, reflexionemos y valoraremos la posibilidad de cancelar o posponer grandes decisiones económicas y no realicemos gastos innecesarios. La reducción de esos gastos (la cancelación del viaje de Semana Santa por ejemplo) nos podrá facilitar la creación de un pequeño colchón o fondo financiero para situaciones imprevistas en el tiempo que dure la cuarentena.
Tercero: mantener en la medida de lo posible el sueldo de las personas que dependen de nosotros. Tanto como sea posible, si tenemos la oportunidad de conservar nuestro empleo y quedarnos en casa, hagamos lo mismo por ejemplo con nuestro servicio doméstico, de esa forma ayudaremos a controlar la epidemia contribuyendo a que la gente se quede en casa y no pondremos en una situación más difícil a la gente que vive al día.
Cuarto: cuidar el endeudamiento. Algunas personas debido a la baja de las tasas de interés o debido a pánico infundado podrían tratar de recurrir a créditos para adquirir bienes y servicios. Es importante evitar endeudarnos de manera excesiva ya que cuando pase la pandemia nuestra estabilidad financiera estará comprometida. Si vamos a recurrir a un crédito, se recomienda probar primero con los más baratos, como los préstamos familiares o los adelantos de nómina.
Quinto: acrecentar nuestro capital humano. El periodo de cuarentena puede ser una buena oportunidad para aprender nuevos conocimientos y habilidades o bien afianzar y profundizar las que ya tenemos. Para ello podríamos desempolvar y repasar el material académico que tenemos en casa o bien buscar cursos, talleres, conferencias por Internet (webinars,tutoriales en YouTube, etc.). De esta forma, al término del periodo de aislamiento habremos adquirido alguna habilidad que podría significar una mejora en nuestro nivel de ingresos (en este punto también podemos considerar la posibilidad, de nosotros mismos, ofrecer webinars con base en nuestros conocimientos, destrezas y habilidades).
El Coronavirus ya está en nuestro país y no solamente es responsabilidad del gobierno detener su propagación y mitigar sus efectos.
Una gran parte de los efectos que el Covid-19 pueda tener en nuestra salud física y nuestra salud financiera va a depender exclusivamente de nosotros, del cuidado que tengamos y las decisiones que tomemos.
Texto de: http://www.ucc.mx/en-la-ucc/noticias/leer.cfm?id=2356