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En este blog hemos hablado mucho sobre los retos que rodean al emprendimiento: desde cómo hacer para ahorrar en tu negocio hasta todo lo que debes saber sobre las tarjetas de crédito, nuestra misión es ayudarte a lograr tus objetivos. Sin embargo, aún nos falta un tema muy importante por tocar.
Cuando hablamos de vender, en muchas ocasiones, lo más difícil es cobrar. Todos los emprendedores hemos pasado por una situación similar: uno de tus clientes se interesa por tus productos o servicios y, cuando llega el momento de pagar, pone mil y un excusas para no cumplir con el trato.
Además de resultar desgastante, esto puede afectar las finanzas de tu negocio.
Sin embargo, en otras ocasiones el cliente no tiene del todo la culpa del retraso en el pago; desde olvidos sinceros hasta falta de comunicación, existen diversos factores que pueden influir en que la cobranza tarde más de lo esperado.
Por eso, si quieres evitar pasar por esta incómoda situación, haz caso a los 7 consejos que te dejamos a continuación y disfruta de recibir tus pagos como Dios manda.
Desde el inicio de la relación laboral, pon los términos de pago sobre la mesa y déjalos claros como el agua. Sabemos que este consejo puede resultar obvio, pero no lo es.
Muchas de las relaciones laborales terminan mal porque hubo confusión de una u otra parte con los términos de pago, lo que genera conflictos y pérdidas para tu negocio. El precio, la fecha de entrega y el producto o servicio que se van a adquirir deben quedar grabados en los integrantes de la transacción para evitar peleas posteriores.
Por ello, es mejor elaborar un documento o contrato en el que se estipule con claridad el precio, la forma de pago y la fecha tanto de entrega como de liquidación. Puede llegar a ser incómodo hacerlo, pero créenos que te evitará muchos problemas.
Ya que estableciste los términos de pago, es momento de tener visibilidad de las deudas. De nada servirá que hayas grabado el contrato en piedra si después no sabes dónde quedó, ¿verdad?
Es indispensable que tengas una app, software o formato para tener control de todas tus transacciones, desde pendientes hasta pagadas, incluso vencidas; así tendrás un control total de las finanzas de tu negocio y ninguna cuenta pasará por debajo de la mesa.
Es muy importante que, en el momento en el que crees cotizaciones o facturas, incluyas todos y cada uno de los aspectos por los que harás un cargo, así sea el más mínimo.
Te recomendamos hacerlo ya que, al momento de que tu cliente vea esta información, tendrá muy claro cuáles son los aspectos que le estás cobrando y sabrá a ciencia cierta que el total corresponde a los materiales, esfuerzo y trabajo que pusiste en su pedido.
Para que te paguen rápido, hay que hacer llegar la factura al encargado de pagarlas; no hay más.
Uno de los errores más comunes es que nuestra factura llega a un miembro del equipo de nuestro cliente que no se encarga de estos temas; por lo tanto, delega la factura, la hace a un lado o simplemente se le olvida llevarla a las manos del responsable. Así, el tiempo que pasa entre que enviamos la factura hasta que recibimos la paga se alarga inevitablemente.
No somos máquinas; es totalmente comprensible que se nos olviden cosas. Por eso, nunca está de más recordarle a tus clientes que tienen una deuda pendiente.
Para no estar batallando con mandar un mensaje cada cierto tiempo (o cada que te acuerdes), algunas plataformas te dan la opción de programar recordatorios de pago para enviarlos a tus clientes de manera automática. Así, te ahorras tiempo y les recuerdas a tus clientes, de acuerdo a las necesidades de tu negocio, que la fecha límite de pago se acerca.
Los periodos de pago se establecen con tu cliente desde el inicio de la relación laboral y se piensan de acuerdo a las necesidades de las partes involucradas. Si realmente velas por tus necesidades, ¿por qué no apostar por un periodo corto de pago?
Evitar los plazos a 60 días será benéfico para tu negocio ya que tendrás mayor flujo de efectivo en un periodo más corto de tiempo, además de que tendrás menos cuestiones de las cuales estar al pendiente mientras trabajas en otros proyectos. Tú ya hiciste tu parte al entregar tu producto/servicio; ahora es momento de recibir los beneficios.
A veces, no queda de otra que quitarnos la pena, tomar el teléfono y llamar para exigir nuestro pago.
Si lo pensamos bien, ¿por qué deberíamos de sentir pena al cobrar por un trabajo o servicio que ya entregamos y que merece ser pagado? Llamar a los clientes que no han cumplido con su parte demostrará que eres serio en tu trabajo, que sabes lo que vale y que eres profesional sin importar que la otra parte lo sea o no.
Texto de https://oyster.io/blog/pagos-en-linea/consejos-para-cobrar-a-tiempo-en-tu-negocio/